Pintamos cajas con flores vintage.

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¡Qué me gustan a mí unas flores!

Aún recuerdo como si fuera ayer, en un viaje a Londres, entrar en una ahora conocidísima tienda (por aquellos entonces en España no existía la marca) cuyo estampado de flores estaba en todo tipo de artículo, algunos inimaginables para mí hasta el momento. El mismo estampado lucía igual de bonito en unos tenedores, una colcha de cama, un papel de empapelar, un palo de escoba o un cepillo de dientes.

Como muestra me compré un neceser que aún me acompaña en todas mis escapadas (me encanta esta frase, aunque tooooodas mis escapadas se limiten a dos al año… y una de ellas sea a casa de los abuelos por Navidad…)

Pues bien, aunque me defina como aprendiz de todo, maestra de nada, jamás hasta ahora me había atrevido con las flores.

Pero como para todo existe una primera vez, en el tutorial de hoy os dejo con mis primeras flores, pintadas a golpecitos, en un minuto y con un resultado súper vistoso!

Espero que os gusten tanto como a mí!

Calabaza luminosa.

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Ya estamos muy cerca de la noche de Halloween, y, si ya tenemos el disfraz, hoy voy a compartir una idea para ambientar vuestra casa, sobre todo si vais a organizar una fiesta. Ésta es una oportunidad excepcional para que los niños colaboren, realicen actividades y compartan el tiempo con nosotros, aunque el tutorial de hoy no es apto para niños… (cuando lo veáis lo entenderéis).

Lo más que pueden hacer en esta ocasión es prestaros su linterna o buscaros un muñecajo con luz dentro. …pero el resultado ¡les va a encantar! (A mí me ha encantado).

¡¡Ya me contaréis!!

¡¡Feliz Halloween!!

https://youtu.be/hbT4RnaRSIU

Preparando un regalo súper low-cost…

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y nos damos un respiro.

Más que un respiro, os aconsejo llenar mucho los pulmones, porque en cuanto nuestro día de los Santos pase, las calabazas y disfraces de Halloween dejarán paso a los turrones y mazapanes, ya que en pocos días será noviembre, ¡¡y en dos meses Navidad!!

Así que, despejo las telarañas, y os enseño una manualidad que bien puede servir para hacer un regalito súper low-cost.

Os enseño en dos minutos a pintar unas simples cajas de fruta, de cuatro formas distintas. ¡¡Fácil, fácil!!

Disfraz tela de araña….

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Mi chiquirritina: «Mamá, ¿por qué todos los niños quieren disfrazarse de Spiderman?»

Yo: «Porque les gustaría ser superhéroes y salvar al mundo.»

Mi chiquirritina: «¿Y puedo salvar al mundo también pero disfrazándome de otra cosa?»

Yo: «Por supuesto que sí, puedes disfrazarte de lo que quieras: de brujita (que ya tienes el disfraz hecho), de calabacita (que lo tenemos de tu prima), de…»

Mi chiquirritina: «Yo quiero disfrazarme de telaraña, para ‘hacer juego’ con los chicos…»

Dicho y hecho.

Aquí os dejo el paso a paso. Lo mismo sirve para decorar que para disfrazarse…Como gustéis!

Qué observadores son los niños…..

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Cuántas y cuántas veces hemos dicho esta frase refiriéndonos a nuestra prole, reprimiéndonos para no decir que nuestros hijos son los más listos del mundo y que se fijan en todo……

Pues ayer la chiquirritina me sorprendió haciendo con sus manitas un monedero y su contenido de papel, según me dijo, «igual que el mío»….. «Mira mami, también he hecho las monedas, y los billetes de 500€, y el carnet del gimnasio»…..ehhhh??? pero qué monedero ha visto esta niña??? El mío desde luego no….. (bueno, monedas si llevo…)

Menos mal, que, acto seguido, puedo decir que si observó. Y mientras yo forraba las perchas de mi armario, ella forraba las perchas de sus muñecos, con washi tape en vez de con telas, pero las forró.

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Y ahora ya por fin, os dejo con el tutorial:

Siete vidas tiene un gato….

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excepto en mi casa.

Sobre todo porque no tengo gato. Y no es porque no me gusten los animales, que me gustan, sino porque tengo una alergia tremenda al pelo de los felinos. Mis hijas, pese a todo, lo intentan un día si y otro también, pero esta patología mía (que prometo no es una mandanga inventada) me hace ser inflexible.

Pero a lo que iba, en mi casa lo que tiene siete vidas es todo lo demás. Como un cambiador de dormitorio que después fue un aparador con cajones y está en la cocina. O unas cortinas que mi hermana tiró, mi madre rescató, un año más tarde puso en su terraza, vio que no valían y las guardó. Hasta que otro año vio que a otra hermana, o sea yo, le venían bien para hacer un toldillo, y en mi casa colgadas están. Pero como sobraba una (había cuatro paños), con ella he hecho una funda blanca para cubrir un puf rojo (también rescatado), que no pegaba nada en mi salón blanco y verde.

Así que, ni que decir tiene, que guardo todo tipo de todo, que espera paciente a vivir su segunda, tercera… o séptima vida.

Hoy han visto la luz dos cajitas de caramelos de plástico…..

A ver qué os parecen.

Yo soy muy de reciclar…

O eso creía yo hasta esta tarde, que mi madre me ha dado un sopapo de realidad.

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Todo ha empezado con mi frase de:

– Mañana voy a ir a comprar un bloc de notas, de esos que traen un imán para poderlos pegar en la nevera para apuntar las cosas que me faltan y que tengo que comprar, porque pienso que me acuerdo, y cuando voy al súper me vengo sin la mitad de las cosas…..

Entonces ha sucedido que mi madre me ha mirado con esa cara que pone cuando piensa que yo lo arreglo todo comprando.

– Hija, a ti ¿los del banco, los del agua y los de la luz no te mandan facturas?

– Claro mamá.

– ¿Y qué haces con los sobres?

– Pues los guardo con el resto de papel y cartón que reciclo, y de vez en cuando me doy un paseíto al contenedor azul…..

La conversación ha terminado como os muestro en el vídeo, lo que pasa es que mi madre no se ha dejado grabar.

Y sí. Mi madre es una crack. Ella y mi padre son los reyes del reciclaje. Y está claro, la mejor forma de reciclar es no gastar.