Y es que es inevitable. Por muy nuevos que tengamos los zapatos…un rozón, un raspón, un bordillo inesperado, hace que que el tacón se vea feo en menor o mayor intensidad.
Así que vamos a hacer de la necesidad virtud y vamos a «aprovechar» que están feos para convertirlos en ¡bonitos!
Te doy 5 ideas que van de menos a más…..¿Tú eliges!
Un beso fuerte ¡y a sacar los tacones!